Introducción

La esencia del juego de póker es que superficialmente es un juego que aparenta ser simple, pero de fondo requiere sutileza, estrategia y preparación.

Sin embargo, teniendo claras sus reglas básicas, cualquier inexperto podría llegar a aprender lo requerido para tener un buen juego de póker, al punto de que un novato puede llegar a pensar que es un excelente jugador tras algunas partidas, pero esto en realidad puede no ser así para los expertos.

Un buen y experto jugador de póker entiende que la simplicidad del juego que puede llegar a engañar a los jugadores novatos, es la que guarda la rentabilidad del juego a quienes se manejan como pez en el agua en estas partidas.

Esto debido a que en otros juegos los novatos pueden llegar a entender que una mala partida es producto de falta de conocimiento y aptitud para el juego, pero en el póker un novato puede llegar a pensar que las pérdidas, tras varias partidas ganadas pueden ser el resultado solo de la mala suerte y es allí donde los expertos sacan notable provecho.

La marca de mazos de naipes Monarchs es una de las más conocidas y tradicionales del juego de póker.

Los expertos de póker y la suerte

Un experto  en  el juego de póker no cree en la suerte, al contrario lucha y trabaja para ir contra este mito o precepto, dependiendo de la óptica con que se mire. Un buen jugador de póker tiene claro que debe usar de la mejor manera posible sus habilidades en este juego a fin de tratar de reducir el margen de error, que muchos suelen llamar suerte.

El tema de la suerte debe manejarse con mucha inteligencia, pues hay que tener claro que la cantidad de cartas buenas y malas tienen la posibilidad de caer o no en manos tanto de principiantes como de expertos y lo que determinará la diferencia en el éxito o no de la partida son las habilidades para el juego, más que suerte.

Una diferencia clara entre un principiante y un experto está en la manera en cómo ambos valoran el tema de la suerte en el juego de póker. El primero tiende a ser confiado con la suerte, mientras que el segundo sabe que el ganar una partida no dependerá de ello.

Especialmente los principiantes deben conocer ciertos aspectos del póker que le puedan ayudar a ver con menos ingenuidad este juego y para ello es importante que tenga claro que la suerte no es lo determinante.

Variaciones del póker

Un principiante debe tener muy en cuenta que el póker es un término general que alude a una extensa variedad de juegos, en los que la estrategia y reglas cambian drásticamente, es decir, no hay una fórmula genérica.

Por ejemplo, hay juegos como el Stud de siete cartas o el Texas hold’em en los que la estrategia es que quienes obtengan la mano más alta son los que resultarán ganadores, pero hay otros como el dram lowbala o el razz en los que resulta ganador quien obtenga la mano más baja de las cartas.

Además de ello, también hay juegos mixtos o divididos en los que la mejor mano alta y la mejor baja pueden llegar a dividirse el bote o premio. Es decir, hay estrategias o reglas que pueden cambiar o combinarse de un juego a otro y de allí la variabilidad del póker, pero hay que tener mucho cuidado con ello.

Principalmente estas variaciones de juegos de póker han sido diseñadas por expertos y grandes jugadores, incluso por estafadores, que bien pueden valerse de un novato o principiante para ajustar cada partida una de estas partidas a favor del más experto.

Estos son llamados juegos exóticos y para evitar caer en uno de ellos y salir muy lastimados, el jugador principiante debe conocer y entender los preceptos generales de los llamados juegos estándar de póker.

La estructura de apuesta en el póker

El principiante además debe conocer la importancia en la estructura de apuesta del póker, es decir, hay parámetros en cada juego en el que se establece el límite del mínimo o máximo de cada apuesta. Esto puede variar dependiendo del lugar donde se juegue.

Por ejemplo en La Vegas hay juegos con límites muy pequeños, como el stud de siete cartas en el que no hay una apuesta inicial pero la carta más baja es la que inicia el juego con unos 50 centavos, pero en las rondas siguientes la mano alta puede establecer la estructura de apuesta entre 1, 2 o 3 dólares, pero en Gardena esta no necesariamente la forma, pero igualmente las apuestas están rigurosamente estructuradas.

Otro ejemplo válido es que en Gardena las apuestas pueden doblarse tras el empate, pero en Las Vegas las apuestas se duplican en las últimas rondas de apuestas.

También hay otro tipo de juegos en los que la estructura de apuesta puede llegar a ser pot-limit en el que las apuestas y los aumentos pueden hacerse por cualquier cantidad pero hasta el tamaño del bote.

Es decir, con un bote de 10 dólares, alguien puede apostar 10 dólares y ser convocado por otros tres jugadores, el último puede aumentar a 50 dólares el bote y si un jugador llama a la subida el bote alcanza los 150 dólares y la próxima apuesta inicial puede ser de esa cantidad.

En el póker sin límites el jugador puede aumentar a cualquier cantidad  que tenga en frente en el momento que desee, pero no puede concebir a un jugador con menor cantidad de dinero de un bote. En este caso, hay que crear con el dinero frente a él un pozo secundario para los jugadores restantes, pero solo podrá ganar dinero del bote principal.

Con esto hay que entender que a pesar de la gran variedad de juegos que puedan conllevar, un póker siempre habrá una lógica general e interna para todos ellos, en el que solo pueden variar algunas reglas, pero que en cuanto a conceptos y métodos se aplica igualmente para todas esas variaciones.

Para que un jugador experto pueda llegar a dominar las reglas básicas de un juego específico, debe comprender con exactitud las reglas generales del póker.